Estoy enamorada.
De la vida, de las posibilidades, de la capacidad de transformación que tenemos los humanos al hacer consciencia de que queremos un cambio. (Y canalizamos nuestra voluntad hacia él).
Nunca he leído un libro de Joe Dispenza. Conozco su trabajo por entrevistas de podcasts, videos de youtube, sus meditaciones y lo que me han contado mis amigos que han ido a sus cursos. Aparentemente hay muchas maneras de llegar a un mismo lugar o a una misma práctica y he puesto muchas de sus ideas a prueba y disfrutado los resultados.
El cansancio mental y emocional nos mata en vida.
Llevo una semana y media de tiempo ‘‘sabático’’ y es impresionante como me empecé a sentir mejor desde el minuto que decidí darme esta pausa. Es increíble como la energía se mueve a favor de algo en el segundo que tomamos una decisión. Son la incertidumbre y la indecisión las que nos mantienen estresados y en mar de confusión. Habrán veces en las que si necesitamos tiempo para decidir de manera informada, pero mientras eso pasa, tenemos que tomar decisiones por lo menos, de cómo vamos a enfrentar una situación a nivel mentalidad y actitud.
‘‘Pase lo que pase, yo voy a mantener la calma.’’
‘‘Me adapto con facilidad a los cambios y todo pasa para un mayor beneficio.’’
‘‘Me voy a agradecer esto a largo plazo y voy a entenderlo.’’
‘‘Mi vida siempre regresa a estar alineada con mi esencia, mi naturaleza y mi propósito.’’
Son algunas de las actitudes que nos pueden ayudar en medio de las temporadas de transición.
Escuché por ahí que existía la crisis de propósito de los treinta. Y la verdad, hablo lenguaje caos con tanta naturalidad que estoy disfrutando mucho esta temporada. La marea ha estado brava y esta vez, me he dejado revolcar. He descubierto que la mejor manera de navegar aguas agresivas, es poner limites decisivos. Imponer calma y orden por medio de limites, ritmos conscientes y decisiones firmes, libres de culpa y vergüenza.
‘‘Nadie te puede hacer sentir algo sin tu permiso’’ le dijo el papá de Maria Zubieta cuando teníamos diecinueve años y hasta la fecha, lo tengo tatuado en el cerebro. Si algo sentimos con intensidad, es porque le dimos invitación hasta lo más profundo de nosotros. Por eso duele tanto y tan cerca.
El antídoto para ser frágiles emocionalmente, es conocernos y sostenernos con fortaleza. Dominio de sí. Fue la temática del año pasado, en inglés y abundando en información, es mastery of self, sólo podemos controlar (o guiar) algo que conocemos. Mientras mejor nos conocemos (y aceptamos) con todo nuestro rango de carácter, de personalidad y de posible experiencia emocional, mejor.
El abrume en el mundo externo tiene todo que ver con no darse espacios y permisos de paz en la vida privada e interna. El mundo sí nos refleja nuestro mundo. Y la buena noticia es que ese mundo se puede cambiar. A mi me encanta decir que por medio de la escritura podemos jugar operando con nuestro cerebro. Con nuestras ideas, sobre nosotros y sobre el mundo. Y con nuestras emociones, aplicando la dispenza, ¿qué estamos acostumbrados a sentir constantemente, qué queremos empezar a sentir ahora y qué situaciones y actividades tenemos que crear para practicar sentir estas emociones hasta que se hagan normales y comunes para nosotros?.
En este tiempo he hecho una cantidad ridícula (orgullosamente) de reflexión, escritura, apertura y pausa. Ayer escribí cuatro hojas en word de mi archivo de mes y pude ver de manera objetiva todos los cambios que han pasado desde que decidí darme una pausa.
Me siento inspirada, re conectada con mi comunidad (algo que no sabía cuánto extrañaba hasta que sentí que volví) empecé un canal de instagram donde les mando mensajes más seguido y updates de libros, recomendaciones y cosas. Regresé a mis clases de actuación y he cocinado mucho con ingredientes que me inspiran y me dan ganas de compartir con alguien más.
Estoy tomando muchas notas que quiero compartir de manera ordenada y extensa, por ahora te puedo compartir un pedacito de mis insights por si algo te resuena y necesitabas hoy:
Mi vida no es nueva, más bien regresé a lo que ya sabía que me nutría, que me hacía feliz y me mantenía inspirada y creativa. Haberme ‘‘desviado’’ me hizo regresar tan agradecida de ya haberme antes alineado. En abril tuvimos una sesión de escritura sobre alinearnos con nuestra esencia y si tu también necesitabas el recordatorio, te recomiendo ir a visitar lo que escribiste en esa sesión y bajarlo a la práctica.
Lo más importante para empezar a vivir más alineados es reconocer objetivamente en qué estamos participando que nos aleja o distrae de nuestra linea. Para cada quien el distractor es diferente y puntualmente personal.
¿Qué estoy haciendo activamente que me saca de ser yo? ¿qué me hace sentir confundido conmigo? que no me veo haciendo a largo plazo? ¿qué estoy permitiendo actualmente que no me gustaría que mi futuro yo haría?
Hacer estas preguntas, recibir las respuestas sin juicio y sin culpa y disfrutar vivir el cambio después de esta claridad.
Así de bondadosa es la práctica de escritura, en hacer la consulta está la medicina. Y todos merecemos curarnos de lo que nos priva disfrutarnos.
¡Happy healing!
PS: Cuando no forzamos nada es cuando lo que tiene que fluir, fluye. En esta corta temporada me han dado más ganas de escribir, de grabar podcasts y de regresar a dar Glow Week porque es con lo que me siento conectada, no lo que me impuse que tengo que hacer. Y así son los trabajos creativos, naturales e intuitivos, y justo por eso, mágicos y abundantes.
Te cuento esto porque parte de mi propósito es que veamos no sólo como una posibilidad, si no como una realidad accesible, el vivir de nuestra creatividad y al mismo tiempo aplicar estrategia. Y esa es la magia de los negocios creativos, que la formula existe en particular para cada persona, podemos hacerlo desde el mismo lugar pero nuestro proceso y resultado será diferente, porque la creatividad viene de quien viene. Y cada quién trae lo que tiene.
Fé, disciplina, nutrición constante y proteger tu energía y tu visión sin necesitar que alguien más la entienda o valide.
Resulta que para los negocios se necesita lo mismo que para el dominio de sí, autoconocimiento, una autoestima trabajada y un ritmo propio, que sepa honrar sus pasos y su camino. Una cosa nutre a la otra y nos daremos cuenta con facilidad cuando algo nos desbalancea, el cansancio informa. El cansancio no es ataque, es una petición de abrazo, de pausa, de que reclamemos de vuelta lo que nos pertenece, nuestro tiempo y energía y dónde lo invertimos.
Y lo más bonito de esto, es que tiene un efecto en nuestra vida tan pronto como lo aplicamos. De qué maneras quieres y puedes redireccionar tus inversiones actuales? Si todo se borrara en un tronar de dedos, cómo volverías a caminar?
Y si el siguiente paso, así lo das?
Me voy a seguir leyendo este libro que compré ayer y me trae fascinada. Espera una reseña pronto. Te mando mucho amor. Gracias siempre por leerme siempre.
-Marguga
Guga, me da gusto leer que te tomaste estas semanas de break.
Para las que a veces nos perdemos...qué rico se siente simplemente saber que ya conocemos el camino a casa, que ya no es como la primera vez, que ahora es más fácil tirar de nuestras herramientas, prácticas y necesitamos menos tiempo y menos energía para reencontrarnos con nosotras mismas de nuevo.
Ya estoy de vuelta en España y esta transición está siendo fácil y dulce precisamente por eso, porque me tengo y me se el camino de vuelta...
Te abrazo!
Lovelyy Guga🫶🏽 que lindo y mágico gracias por compartir tu proceso 🫀💫