En el curso de iPad Kids hicimos una pirámide de proceso creativo para entender y facilitar qué cosas y situaciones nos ponen ‘‘naturalmente’’ en un espacio donde la creatividad brota y es inevitable querer sentarse a canalizarla. Esto, hoy en día, rara vez pasa ‘‘naturalmente’’ si no hay un proceso o un estilo de vida intencional que lo proteja. Vivir en ciclos creativos es mucho más fácil cuando la tendencia al escape emocional, no está tan latente y normalizada.
‘‘No existen bloqueos creativos, existen bloqueos emocionales.’’ Llevo tiempo repitiendo esto porque me ha pasado un par de veces. Puntuales, separadas, esporádicas. Es fácil escribir de la vida cuando todo va viento en popa. Cuando tomaste un riesgo y salió bien; se refuerza la fé y predicar sobre ella es segunda naturaleza. Dan ganas de regarla por doquier y recordarle a todos que hay que confiar, que todo siempre se arregla, que hay que mantenernos a flote. Es fácil, también, escribir cuando sientes que todo se ha ido a la mierda. Si tienes la facilidad de ser honesto y reconocer ese lado tuyo, que también es simplemente, lado de la vida.
Hablar desde lugares totales, es hablar desde un material fijo, obvio, sale lo que hay. Pero en esta vida hay temporadas raras. El 2025 ha sido una mezcla de bendiciones obvias y maldiciones ocultas.
Siempre me ha llenado de curiosidad la vida interna y privada que cada uno llevamos. Me fascina, me confunde, me intriga la diferencia abismal que puede existir entre la vida que alguien lleva y la vida interna que tiene.