‘‘Estoy volviendo a procrastinar mi vida.’’ escuché ayer en mi consciencia.
He estado trabajando y creando mucho, he escrito diario, resolví dos de mis preocupaciones más grandes de este año. Y aún así, mi querida consciencia creativa se ocupa de susurrarme al oído cuando paso a un lado la información nueva que me llega y quiere integrarse a mi vida.
Escribe 10 verdades. CRUDAS. Vas! No me veas, no me leeas. Frena. Saca un pedazo de papel y pluma y notas de tu celular y escribe 10 cosas que hoy son verdad. Incluye las tontas ‘‘desayuné plátano, tomé café’’ ‘‘estoy nerviosa por lo que sigue’’ ‘‘odio mi trabajo’’ ‘‘pensé que el año terminaría diferente y eso me tiene triste’’
Toda la gama de verdades es válida. Mientras más te den ganas de quemar el papel después o borrar la nota, mejor. La verdad cruda tiene cierto thrill hoy en día porque gran mayoría de lo que vemos y escuchamos son verdades pulidas, certezas a medias. Sólo lo que viene de emociones reales, mueve las cuerdas emocionales más interesantes. ¿Y no es eso lo que estamos buscando en esta vida? sentirnos vivos a través de estímulos emocionales que nos toquen lados a los que normalmente no vamos. Que nos lleven, es un placer. Aprender a llevarnos, un maravilloso deber.