Salí del nido
Ese interno
Ese espacio cálido, seguro y tierno
Me daba curiosidad acercarme al sol
Y no había usado todavía mis alas
Esas que con cariño y constancia acariciaba y cuidaba, imaginándome la fortaleza que tendrían el día que tocara sacarlas a rozar con el aire
Salí del nido
Se acortó el espacio entre visión y realidad
Amaba el aire en mi cara
Sentir el músculo bajo las alas, sabiendo cuánto lo había entrenado para que en este momento se sintiera tan ligero, tan obvia la excursión, tan obvio el milagro, tan natural lo extraordinario