No tengo una hija. Ni estoy cerca de tenerla. Pero en Madrid sale el tema cada tercer día. “¿Quieres ser mamá?” “Yo sí, tu?” “Que bonito que lo tengas tan claro. Yo no sé, depende.”
Pienso más en mi hija hipotética que en yo siendo madre. Yo amo a la mía y mientras más la conozco, más la entiendo. Y más la admiro, porque yo no sé si podría hacer lo que …