El año de la ejecución. Así vamos a bautizar el 2023.
De no necesariamente hacer cosas nuevas, si no de profundizar en las que ya existen. Ya no de expander, más, más, más, si no enraizarse en lo que hay. Voltear a ver en los cajones lo que está empezado pero no terminado y tal vez ya es hora de dar por sellado y soltado.
No hay edad para hacer las cosas…