Libros y los cambios que inspiran

Caos, nervios y transitar con fé hacia una vida nueva

8 de enero en Madrid, 2:40 de la madrugada dando vueltas en la cama. Ha pasado apenas un mes de esto y se siente como si fue hace una eternidad. Este año empezó fuerte y cupieron tantas cosas. Más allá de los eventos en el calendario, los vuelos y las buenas y malas noticias, la magnitud de ese mes se compone por eventos internos.

Un evento interno es un huracán, un concierto, una graduación, un viaje, un salto cuántico que sucede en cuestión de horas, de la nada. Puedes ir caminando en la calle, haciendo tu recorrido de siempre y de repente… pum! evento interno. Captaste algo, te cayó un veinte, llegó información reveladora y tu química interna cambió, asī, de la nada.

Tinta invisible fue el libro que me acompañó la primera semana del año. Javier entrelaza de una manera tan fluida y sensible la escritura, historias de escritores clásicos y el proceso del duelo de la muerte de su padre. Partiendo del punto de que las historias eran la principal vía de comunicación entre ellos dos. Como muchos hombres, su relación no era una emocionalmente abierta y clara. Contarse historias y hablar de libros era su manera de estar. Javier toca uno que otro punto en el que deja claro que había una especie de nudo que con el tiempo hizo que se dejaran de hablar. Cuando su padre se enferma, Javier regresa a su vida y empieza a verlo irse poco a poco.

Es un libro lleno de ternura, de historias divertidas sobre escritores como Allan Poe y Susan Sontag (que no tenía idea que no era querida en el mundo editorial) y un libro que te jala (de una manera necesaria creo) todos los cables emocionales.

Me quedó como enseñanza principal de este libro:

AMAR A LAS PERSONAS EN ACCIÓN, NO EN CONCEPTO.

Lo que dirías de las personas que amas si dejaran de existir, decirlo ya, expresarlo en vida. Vivir con las personas que sabes que amas, no amarlas en la mente, en idea y en concepto mientras estás ocupado con ‘‘la vida real’’. Que sí, es importante y demandante, pero nada es más importante que los hilos que tenemos de corazón a corazón con otras personas. Para mi, estos hilos han sido principalmente familiares. Me parece interesantísimo como se pueden transformar tanto las relaciones que tenemos de toda la vida. Mis papás y mis hermanos siempre han estado. Y ahora estamos diferentes. Mejor, más importante, crucial cuidarnos.

El 2025, por otro lado, sí se ha sentido como un concepto. Mucho más que una realidad que puedo pisar con mis dos pies, yo me siento flotando en Jupiter. Mis ganas de bajar? inexistentes.