Uno no vale sus claridades. Aunque seguro se siente mil veces mejor cuando las tiene que mientras las busca.
Uno vale sus procesos. Las pausas que se toma para redireccionar. Para volver a escoger rumbo. Para volver a atreverse. Porque solo quien vive los huracanes internos y aterriza con los dos pies en una nueva situación sabe cuánta valentía tomó dar …